«Con un coste de más de 1 billón de dólares, el
proyecto de la presa hidroeléctrica de Karahnjukar en Islandia, es un proyecto enormemente controvertido.»
(Mark Lynas/The Ecologist v.33, n.10, 1. Enero 2004)
Mark Lynas viajó hasta el meollo de la cuestión, esperando descubrir por sí mismo la verdadera cara de este monstruo industrial.
«Sólo llevaba tres días en Islandia y todo iba mal. Estaba allí para investigar el gigantesco proyecto de la fundición de aluminio de Karahnjúkar, una enorme presa hidroeléctrica que está actualmente siendo construida en un lugar remoto de las tierras altas del este. Muy polémico durante el periodo de planificación, Karahnjúkar desencadenó manifestaciones nacionales, campañas internacionales de envío de e-mails y faxes e incluso una huelga de hambre llevada a cabo por la madre de la cantante Björk. Ya había visto otros proyectos de presas destrozar paisajes naturales y sociedades humanas en sitios como India y Brasil.Para mí era bastante claro que las grandes presas son generalmente algo nefasto. Aun así, me encontré sentado en la oficina de Mr Thorsteinn Hilmarsson, agente de prensa de la compañía eléctrica nacional Landsvirkjun, que me estaba convenciendo de que Karahnjukar era, en realidad, beneficioso.
Decía: Gran parte del debate se basa en premisas excluyentes -o esto o esto otro-, es decir, o usas los ríos para una industria de energía intensiva o dejas la naturaleza intacta y tienes turismo.» «Pero en Islandia; señala Hilmarsson- la construcción de carreteras, producto secundario del desarrollo energético, estaba ayudando a promocionar el turismo.» Y en cualquier caso, ‘cómo llegan los turistas al país? Vienen en avión,y los aviones están hechos de aluminio. El aluminio se puede fundir con carbón en algún sitio como Australia,-continuó- lo que resultaría en diez veces más emisiones de gases invernadero, o se puede manufacturar con la energía hidroeléctrica limpia en Islandia. Usar energía renovable en lugar de carbón como combustible en las fundiciones de aluminio conduciría a una bajada general en las emisiones mundiales de carbono (un hecho reconocido por la llamada; Cláusula Islandesa; del acuerdo de Kyoto sobre cambio climático). Este objetivo;junto con la promoción del desarrollo económico en áreas remotas de Islandia que se están despoblando porque la gente se translada a Reykiavik en busca de trabajo- es la razón fundamental de la política del gobierno en desarrollar una industria de energía intensiva; Según explicaba Hilmarsson, Karáhnjúkar, parecía tener perfecto sentido.
Deja de tener sentido. Unos días después estaba yo a cientos de kilómetros al noreste de Reykjavik, yendo a trompicones por un camino de tierra hacia el lugar de la presa en un jeep que pertenecía a Sigurdur St Arnalds. Con entusiasmo contagioso St Arnalds; un ingeniero de formación que ahora se encargaba de las relaciones públicas para el proyecto- subrayaba algunas estadísticas vitales de Karáhnjúkar. El mayor embalse, Halslon, alcanzará 57 kilómetros cuadrados de superficie y estará formado por la presa con interior de rocas más alta de Europa; un dique masivo que alcanzará 190 metros de altura-. Siete presas más pequeñas completarán el proyecto.
Juntas, las presas encauzarán el agua como un embudo a través de 16 túneles bajo tierra hasta una central eléctrica enterrada a 600 metros bajo tierra en el interior de una montaña. Con una capacidad generadora de 4.400 gigawatios hora por año, la electricidad resultante suministrará una nueva fundición de aluminio que será construida y administrada por la compañía estadounidense Alcoa, en Reydarfjordur, costa este de Islandia. El coste global será de más de mil millones de dólares. Decir que el paisaje era triste sería una subestimación. Situado solo a 20 kilómetros al Norte del glaciar más grande de Europa, Vatnajokull, un viento helado soplaba por las altas cimas y las nubes bajas abrazaban las grises montañas. Mucho del interior de Islandia es desértico; un legado de siglos de sobrepasto, delgadas suelos volcánicos, bajas temperaturas y fuertes vientos- y allí parecía haber poca vegetación significativa a lo largo de gran parte de la zona propuesta para el pantano. Unos cuantos trozos desamparados de verde rompían las llanuras de arena y grava, pero en general la impresión era bastante desoladora. Puede que sea tierra virgen, pensé,pero ¿de qué valor? El proyecto Karahnjukar tampoco supondría ningún desplazamiento de gente una problema frecuente con las grandes presas en otros lugares. Por razones obvias, nadie vive cerca del lugar. Aquí no tenemos muchos animales salvajes; comentaba St. Arnalds; Importamos renos hace 250 años de Noruega, y ahora corren libres en el este de Islandia. Karahnjukar afectará a un tercio de la población, y los renos que criabanan en la zona tendrán que irse a otros lugares. A parte de eso se pensaba que 600 zonas de anidamiento de los gansos de pata rosa se sumergirían también, pero el número de gansos está aumentando y cerca de 50.000 anidan actualmente en la totalidad de Islandia, (hay suficientes incluso para permitir la caza controlada). Tampoco habría gran impacto en los peces; los enormes ríos glaciares afectados por el proyecto de Karahnjukar son demasiado fangosos y fríos para albergar en el presente significantes ecosistemas acuáticos. De hecho, fui informado de que el mayor de estos ríos, el Jokulsa a Dal, podría incluso llegar a albergar una nueva población de salmón en aguas más claras traidas desde sus afluentes en la parte más baja del río, después de que la corriente principal más sucia sea desviada a un valle vecino.
Moviendo montañas
Me quedé impresionado al comprobar la verdadera escala de lo que estaba pasando. Enormes bulldozers amarillos, más de una docena a cada lado del cañón- andaban yendo y viniendo de arriba para abajo por la colina, sacando tierra negra del lecho de roca y empujándola por el precipicio al furioso torrente del río Jokulsa a Dal. Excavadoras y apisonadoras también trabajaban en otras partes, casi hasta la misma cima de la montaña de Karahnjukar, y ya habían marcado una cicratiz triangular enorme desde los flancos de la cumbre. Por toda la zona había carreteras que atravesaban y filas de camiones rugían arriba y abajo entre nubes de polvo. Bajamos por una de estas nuevas carreteras hasta el mismo cañón, el rugido del agua casi ahogaba el ruido de nuestro motor. Al entrar en un túnel obscuro encendimos las luces. Por el suelo del túnel corría el agua y había una capa de barro marrón, el aire era denso por el humo del gasoil de las excavadoras y los camiones que trabajaban dentro — a pesar de una tubería gigante de ventilación que recorría la longitud del techo. Fui chapoteando por el barro hasta la pared de la mina donde dos hombres con monos rojos trabajaban en la cesta de una grúa insertando cuidadosamente barras de explosivo en agujeros recién hechos en la pared. Docenas de mechas colgaban de las rocas, y a los lados del túnel había montones de cajas de cartón vacías con la etiqueta:dinamita: 32mm X 100mm; que habían tirado. De vuelta en el jeep, llegamos, a través de un túnel contiguo, al borde escarpado del cañón; tuvimos que pegarnos a la pared cuando vino un camión enorme a vaciar su carga en el río de abajo. Continuamente caía polvo desde arriba, donde excavadoras que no se veían, seguían arrojando cientos de toneladas de tierra por el precipicio. La gigantesca escala de la obra solo se veía claramente desde un punto de observación a bastate altura, al otro lado del valle. Las excavadoras parecían hormigas amarillas trabajando a lo lejos, y el casquete de hielo sobre el Vatnajokull se extendía en el horizonte como una enorme crêpe gris. En mi opinión, el impacto sobre la vida silvestre es extremadamente modesto; comentaba St Arnalds mientras una ráfaga de aguanieve golpeaba la luna del jeep. Hay algunos peces, pero comparado con otras zonas es bastante pobre. Le pregunté si el proyecto destruiría naturaleza virgen. Destrucción no, pero si reducción de naturaleza salvaje hasta cierto punto; me corrigió. A largo plazo la afluencia turística sería como mínimo de la envergadura de una invasión. Las nuevas carreteras habían abierto la zona que, con sus cascadas, cañones y valles vírgenes, estaba empezando a ser conocida como el nuevo Círculo de Oro de Islandia. (El antiguo, que abarca los Géiser y la cascada de Gulfoss, y es accessible desde Reykjavik, ya está saturado con partidas de autobuses). A fin de cuentas, me quedaba con la impresión de que el proyecto Karahnjukar no era ni de lejos tan destructivo como uno podría haber esperado de un plan tan grande y que el impacto en su totalidad podría incluso ser beneficioso para mitigar el cambio climático. Estos felices pensamientos se quedaron en mi, hasta que una vez de vuelta en el Reino Unido hice una investigación más profunda. Entonces descubrí, cuando me topé con documentos que había mirado por encima anteriormente, que la realidad era bien distinta. La confirmación de la verdad la iba a encontrar no en un estudio firmado por algún grupo ecologista, sino en la propia Evaluación de Impacto Ambiental(EIA) encargado por el mismo Landsvirkjun.
Toma dos.
La primera cosa que aprendí fue lo fácil que es equivocarse en el valor ecológico real de una zona cuando todo lo que haces es conducir todo el día por esa zona en un jeep. Lo que me pareció desierto y sin vida resultó ser un raro hábitat de brezales, que albergaba varios tipos de musgos y líquenes en peligro, y otras plantas vitales para el pasto del reno y el ganso. Se han identificado alrededor de 280 especies de animales pequeños en Karahnjukar por investigadores del Instituto Islandés de Historia Natural. Entre estas se incluyen tres insectos que nunca antes se habían visto en Islandia –dos de ellos podrían ser completamente nuevos para la ciencia. No sólo se sumergirán directamente 9 kilómetros cuadrados de esta valiosa tierra de matorrales (incluyendo la única zona conocida de uno de los líquenes islandeses más peculiares), sino que la erosión del suelo en la orilla originará nubes de arena y polvo que llevados por el viento secarán humedales y acabarán con vegetación más allá del área inmediata del proyecto.
Por otro lado,la EIA, identifica numerosas características geológicas únicas que pronto serán sumergidas; incluyendo inusuales depósitos de morrena, dos grandes cascadas (una de las cuales se perderá para siempre bajo la sedimentación del lago), surgencias termales, y la parte superior del espectacular cañón Hafrahvammagljufur(el Gran Cañón de Islandia).
La idea que me sugirió mi anfitrión en el lugar de la presa, de que aumentarán los peces en la nueva y clara agua del Jokulsa a Dal, una vez la corriente glaciar principal sea desviada, tampoco supera el escrutinio. Al final de cada verano el embalse se desbordará y el masivo río glaciar rugirá otra vez barriendo toda nueva vida corriente abajo. Y con menos sedimentos en conjunto, el estuario del río será muy vulnerable a la erosión del mar. Esto son malas noticias para el ganso común (ánsar común), que utiliza el estuario como terreno de muda, y también para las focas del puerto cuya población sufre un grave declive y podría colapsar totalmente cuando se construya la presa principal. De hecho, el impacto de Karahnjukar en la vida natural podría ser tan negativo que Birdlife Internacional, WWF y otros grupos están haciendo campaña para abrir un caso judicial contra Islandia bajo La Convención de Bern sobre Conservación de la vida silvestre de Europa y Hábitats Naturales (tanto el ganso de patas rosas, como el común son;especies de fauna protegidas; bajo el anexo III de la Convención). Por otro lado están los efectos corriente abajo del pantano,en el segundo río afectado, Jokulsa i Fljotsdal, que transportará todo el agua extra desde la central eléctrica hasta el lago Lagarfljot en el valle de las tierras bajas.
El nivel del lago aumentará, se obscurecerá y la temperatura del agua descenderá alrededor de medio grado, minando así el ecosistema acuático y reduciendo el alimento de peces y patos. Teniendo en cuenta todos estos impactos de mayor amplitud, el proyecto afectará en total a 3000 kilómetros cuadrados de territorio;casi el 3% de toda el área continental de Islandia. Es poco sorprendente que, la Agencia de Planificación del país en un principio rechazara el proyecto
Karahnjukar, sólo para que esta decisión fuera anulada más tarde por la ministra de medioambiente, quien dio la aprobación después de realizar algunos cambios mínimos.
Lo que es más, los supuestos beneficios de Karahnjukar en términos de calentamiento global también resultan ser ampliamente infundados.Como la organización conservacionista Red Internacional de Ríos(IRN) señala, el año pasado Alcoa cerró tres fundiciones de aluminio en Estados Unidos(dos de las cuales funcionaban con energía hidroeléctrica) debido a cuestiones de coste y sobrecapacidad. Los procesos electrolíticos involucrados en la fundición del aluminio generan emisiones de tetrafluorometano y hexafluorometano;gases causantes del efecto invernadero que son miles de veces más potentes en contener el calor del sol que el dióxido de carbono. La verdad es que Alcoa se traslada a Islandia porque allí la energía es más barata. Si Alcoa realmente estuviera preocupada por los impactos climáticos podría apostar por un mayor reciclaje; sugiere Peter Bosshard, director de política de la Red Internacional de Ríos, quien es también autor del reciente estudio: Karahnjukar: un proyecto en hielo fino. Bosshard calcula que consiguiendo un mayor porcentaje de reciclaje en las 100 mil millones de latas de bebida que Alcoa produce cada año, se podría fácilmente generar más aluminio que varias fundiciones nuevas como la planificada en Islandia. Es una locura empezar a destruir enormes extensiones de tierra virgen solo por aluminio más barato, sostiene.
Un monstruoso desatino medioambiental
En efecto, si uno mira todo el asunto del aluminio de una forma holística, como insiste Thorsteinn Hilmarsson, el encargado de prensa de Landsvirkjun, se desvelan más engaños. Hillmarsson señalaba que el aluminio es vital para los aviones que transportan turistas a Islandia. Sin embargo el grupo de campaña minera;Proyecto Bajo Tierra; ha calculado que los americanos tiran el suficiente aluminio cada tres meses para construir de nuevo toda la flota aérea comercial de EEUU. Más aún, reciclar aluminio emplea solo el 5% de la energía que requiere extraer metal nuevo a partir de bauxita. Nada de la bauxita que se usará en la fundición será extraída en Islandia, sino que tendrá que ser importada en barco del extranjero causando más emisiones de combustible fósil en el proceso. Tampoco la extracción de bauxita es benigna medioambientalmente allá donde se produce: las comunidades cercanas a las minas en el estado brasileño de Pará se han quejado de contaminación por lodos rojos tóxicos; mientras en Surinam la gente escribió una petición al presidente del país en protesta contra la destrucción y contaminación de sus tierras por la compañía Suralco;subsidiaria de Alcoa (ver cuadro).
La principal justificación política de Karahnjukar es la creación de puestos de trabajo en los fiordos islandeses del este. Los fiordos constituyen una de las zonas más remotas y menos desarrolladas de Islandia; la población local disminuyó un 10% en los 90’s. Pero con un coste de 1.4 mil millones de dólares sólo para la central hidroeléctrica, y otros 1.1 mil millones de dólares para la fundición de Alcoa, el proyecto de Karahnjukar es una forma exageradamente cara de crear empleo. Incluso si el gobierno islandés hace una estimación correcta de que el proyecto Karahnjukar creará 1.000 puestos permanentes de trabajo en la región, esto ascendería a un coste de 2.5 millones de dólares por trabajador; con lo que cada trabajador podría fácilmente retirarse con todo tipo de lujos y la naturaleza permanecer intacta.
En realidad es dudoso que los islandeses, con sus altos ingresos, quieran siquiera trabajar en una fundición industrial. Hasta ahora, una gran parte de los puestos de trabajo en la construcción de la presa han sido cubiertos con trabajadores extranjeros. Y las cifras tampoco parecen tener mucho sentido. La rentabilidad del proyecto fue originalmente estimada en base a altos precios de aluminio. Sin embargo, a causa del exceso de oferta los precios siguen cayendo globalmente.
Un economista islandés ha calculado que lejos de ser rentable el plan perderá unos 36 millones de dólares al año. En esencia, el gobierno de Islandia podría verse usando dinero del contribuyente para subsidiar indirectamente la producción de aluminio de una multinacional extranjera, mientras en el proceso destruye su propia casa.
Entonces, ‘por qué seguir adelante’ Como la ahora inexistente Comisión Mundial de Pantanos señaló, estrechos intereses creados -entre bancos, burocracias gubernamentales y compañías nacionales de energía- a menudo juegan un papel esencial en el avance de proyectos de grandes presas. Pero más allá y por encima de esto, el asunto es del sistema. La economía capitalista no puede funcionar sin un continuo crecimiento tanto en el consumo de materiales como en las ganancias de las corporaciones, y hay muy poco de esto en el hecho de simplemente reciclar latas de coca cola viejas. La presa será construida. El monstruo debe ser alimentado.
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ALCOA: Con 127.000 trabajadores, 40 países y unos ingresos en 2002 de 20,3mil millones de dólares, Alcoa es una corporación gigantesca, incluso para los estándares globalizados que hay hoy en día.
También está bien conectada políticamente, el anterior jefe ejecutivo Paul O’Neill, era (hasta ser despedido) el secretario de la tesorería de Geoge W Bush. La planta masiva de Rockdale de Alcoa es uno de los más grandes contaminadores de Texas y emite miles de toneladas de gases invernadero y de dióxido sulfúrico al año. En Brasil Alcoa consigue energía barata para una fundición en el Amazonas gracias a un pantano que desplazó 35.000 personas e inundó 2820 kilómetros cuadrados de la selva tropical húmeda cuando las compuertas del embalse se cerraron en 1984.
Alcoa está ahora pujando por nuevas concesiones para construir presas en otras partes de la región amazónica. Pero la mina más grande de Alcoa y del mundo es la mina australiana Huntly;responsable de la devastación de grandes áreas del bosque Jarrah al oeste de Australia.
Mientras el Reporte de sostenibilidad de la compañía en el 2003 alardeaba de la rehabilitación del bosque después de completar la actividad minera en Huntly, la Alianza del Bosque Occidental de Australia habla de bastas áreas de bosques de suelo de pizarra devastadas por la minería de bauxita.
[…] En Saving Iceland se puede consultar un artículo oponiéndose a Kárahnjúkar, escrito antes de la construcción de la presa: https://www.savingiceland.org/es/2004/01/nacion-condenada-2/. […]